“Historias de un grillo” programa musical dedicado a las familias mexicanas de ayer y hoy, fue disfrutado este martes por alrededor de 1 mil 500 alumnos y maestros de educación básica que tuvieron acceso gratuito a las dos funciones realizadas este martes en el Teatro Ángela Peralta.
Con esta producción el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán promueve el valioso legado musical del cantautor veracruzano Francisco Gabilondo Soler y rescata las enseñanzas y valores que legó a través de su música y que no han dejado de ser útiles en la vida de varias generaciones.
Días antes de llegar al concierto enmarcado por la belleza del Teatro Ángela Peralta, maestros y maestras hicieron la tarea pues el Grillito Cantor y algunos personajes creados por el cantautor de Orizaba, Veracruz, se convirtieron en objeto de estudio.
Al llegar al Ángela Peralta la curiosidad y la emoción por conocer al famoso “Grillito Cantor” y a sus personajes a través de la música era evidente. Algunos niños al entrar a la sala del teatro la recorrían de lado a lado con la mirada desbordada mientras eran guiados hasta sus lugares.
Para la mayoría de los niños Historias de un Grillo significó su primer contacto con las artes escénicas y su primera visita al máximo recinto cultural de Mazatlán.
Asistieron alrededor de 1 mil 500 alumnos y maestros de escuelas de nivel pre escolar, primaria y secundaria, entre ellos estudiantes con capacidades diferentes.
Las funciones presentadas en el marco de la Temporada Primavera 2023 fueron a las diez de la mañana y a las doce del día; a bordo de autobuses y aurigas, niños, niñas y adolescentes se trasladaron desde distintos puntos de la ciudad, Villa Unión y Concordia.
Desde sus asientos disfrutaron el espectáculo con música en vivo a cargo de la Camerata Mazatlán bajo la batuta del director invitado Jacob Tapia.
Además de emocionarse con la música, la niñez se fascinó con muros tapizados con globos multicolores, y con asombro siguió la proyección de videos e imágenes alusivas a las canciones -bosques encantados, telarañas gigantes, brujas voladoras; el mar, la costa, edificios de arquitectura china; fuentes, globos que simulaban las gotas de agua, un grillo y una araña de grandes dimensiones que sonrientes se deslizaban de un lado a otro del escenario.
Al correr la música los pequeños espectadores escucharon las historias de las canciones interpretadas por los solistas: Eduardo Tapia, Mariela Angulo, Rebeca de Rueda, Sarah Holcombe y las voces del Coro Infantil del Instituto de Cultura de Mazatlán.
Mientras los instrumentos y la voz humana revivían los clásicos de Cri Cri, los alumnos de la Escuela Municipal del Ballet Clásico dirigidos por la maestra Zoila Fernández interpretaban las coreografías dando vida a los personajes más emblemáticos de Francisco Gabilondo Soler.
Cri Cri interpretado por Camila Loaiza Mendoza fue la figura central del espectáculo narrado con chispa por Ramón Gómez Polo.
El programa transitó por algunas canciones posicionadas entre lo mejor del repertorio de Cri Cri: “La patita”, “La marcha de las letras”, “La merienda”, “Los tres cochinitos”, “El chorrito”, “La muñeca fea”, “Di porqué”, “La negrita Cucurumbé”, “Canción de las brujas”, “Niñas malas”, “El ratón vaquero” y “Caminito de la escuela”, entre otras piezas que destacan el valor de la música como herramienta educativa para desarrollar la imaginación, reflexionar y sentir.
El espectáculo conquistó a la audiencia pues grandes y pequeños se unieron al agasajo musical con aplausos y moviendo el cuerpo al compás de la música.
Al final la brillante actuación del elenco fue recompensada con fuertes aplausos y ¡Bravos! de parte del público en señal de agradecimiento.