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Hotel Costa de Oro celebra sus 50 años en Mazatlán

Una celebración de oro, llena de emociones, satisfacciones, orgullo y sobre todo calidez, que es lo que los distingue, fue la que se vivió durante el festejo por las cinco décadas de historia del hotel familiar con mayor tradición en Mazatlán: Costa de Oro.

Gracias a la dedicación y entrega de tres generaciones, el proyecto turístico que inició Don Ramón Castro Somera en 1973 cada vez se consolida más; en 1983 con su llegada a la dirección, Ramón Antonio Castro Gamboa contribuyó a su crecimiento y posicionamiento, y ahora con Liz y Alejandro Castro Carrillo vive una etapa de modernización y consolidación.

Para celebrar en grande, en el área de la alberca del complejo turístico se ofreció una gran velada, en la que hubo mariachi, música de dj, pirotecnia, bailes acrobáticos en la alberca, bebidas y aperitivos de comida internacional para los invitados.

El momento emotivo del evento fueron las palabras de agradecimiento y felicitaciones para la familia Castro así como a todos los que forman parte de Costa de Oro.

«Los 50 años de la historia del hotel lo han consolidado como un ícono en la ciudad, al estar reconocido como uno de los mejores hoteles tradicionales y familiares de Mazatlán, estamos muy emocionados de compartir este momento especial, gracias por el apoyo recibido de parte de todos los que forman parte de la familia Costa de Oro», compartió Raúl Sánchez Ramírez, gerente general.

De parte de todo el comité de directivos, se entregó un reconocimiento especial a los hermanos Liz y Alejandro Castro Carrillo por los primeros cincuenta años del hotel.

Entre aplausos y sentimientos a flor de piel, Liz y Alejandro compartieron unas palabras con los invitados especiales de esa noche, entre ellos estuvieron su mamá Liz Carrillo Iturrios, familiares, amigos, personal del hotel, tour operadores, medios de comunicación y huéspedes.

«Me enorgullece estar aquí, recuerdo cuando recién llegué hace casi 9 años, y cuando llegué a la oficina de mi papá y me senté en su silla, me di cuenta de los zapatos que iba a tener que llenar, me di cuenta de la responsabilidad no solo de nuestra familia, si no también la de más de 200 personas, nunca pensé que me iba a sentir tan orgulloso de poder seguir sus pasos», compartió Alejandro.

Por su parte, Liz señaló que un aniversario es para celebrar las alegrías del hoy, las memorias del ayer y las esperanzas del mañana, y que la piedra angular del negocio son los valores familiares del amor, la unidad y la dedicación que se impregna en todos los aspectos del hotel.

«Es un honor para mi y mi hermano estar frente a ustedes y compartir nuestra historia, gratitud y entusiasmo por lo que nos depara el futuro. Hace 50 años nuestra historia comenzó con una idea simple pero profunda, crear un paraíso donde los viajeros pudieran experimentar la calidez de la hospitalidad mexicana de la manera más auténtica frente a una playa que vale oro», dijo Liz.

Además, afirmó que están listos para sumarse a ese potencial que está por alcanzar Mazatlán como destino turístico e invitó a los asistentes a levantar sus copas y brindar por los últimos 50 años de recuerdos preciados, y los próximos 50 años de oportunidades ilimitadas juntos hacer historia como familia, como comunidad y destino.

La fiesta continúo con un baile acrobático en el área de la alberca para concluir con una lluvia de aplausos y fuegos pirotécnicos.

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