Para Rafael Domínguez Kelly los 12 años que tiene al frente del Banco de Alimentos ha sido muy satisfactorio y gratificante, aunque el último año ha sido de retos ante la falta de alimentos e incremento de precio de los mismos.
Rafalo como cariñosamente lo llaman, asegura que aunque ha sido difícil de la pandemia para acá, han salido avantes, y aunque la crisis pega la ciudadanía responde.
Afortunadamente dice, se sacó un programa tipo padrinos del banco, gente que está cooperando mensualmente y no ha dejado de ayudar, y son más de 10 mil personas las beneficiadas.
Asimismo, el presidente del Patronato de Banco de Alimentos indica que las despensas son más reducidas, sin embargo se está buscando con otros nuevos donantes que se han ido sumando día a día, sobretodo en pandemia, la gente se volteó a apoyar al banco y así se amplió el padrón.
Las más de 30 personas que ayudan entre colaboradores y voluntarios son suficientes, añadió Domínguez porque hay grupos de auto ayuda que como terapia acomodan el almacén, aparte qué hay una infraestructura donde los directores de cada área tienen todo bien organizado.
Para Rafalo es un beneplácito que la gente de escasos recursos que viven en la pobreza alimentaria, es decir que no les alcanza para tener una comida con proteínas o nutritivo, por lo regular son gente de la periferia en Mazatlán más marginadas puedan disfrutar de un buen alimento.
Al cuestionarle sobre qué le falta o en qué condiciones están, aseguró que aparte de estar yendo a San Ignacio y se va a comprar una cámara de congelación para que los alimentos por no se echen a perder, y la adquisición de vehículos.
¿Entonces este sería el plan 22 23 o a más largo plazo?
No, ya en breve queremos llegar a construir teníamos varios proyectos pero con la pandemia y todo lo que ha pasado nos habíamos detenido pero la prioridad principal del banco es repartir los alimentos, y eso es lo que estamos haciendo, estoy muy contento con el equipo porque son muy entregados, tenemos muchas cabezas al frente.
El Banco de Alimentos es prioridad para Rafalo, porque para él es más satisfactorio dar que recibir y aunque ha pensado en el retiro, porque cree que debe haber ideas frescas, su trabajo no lo hace solo, hay un patronato que lo respalda, y es muy eficiente y comprometido con el trabajo.
“Nada es fácil hay que estar caminando todos los días, el negocio está en movimiento y los donantes cada día te exigen más comprobantes, algo que no nos ayuda mucho son las leyes porque cambian y hubo abusos, por lo que a veces pagan justos por pecadores, a la hora de las donaciones piden muchos requisitos, somos una institución de asistencia privada en favor del que más necesita», finalizó.
